Estilo antiguo con funcionalidad moderna
La casa situada en Hamngatan 4, en Estocolmo, se terminó de construir en 1898 y fue una de las viviendas privadas más lujosas de Suecia a principios del siglo pasado. El palacio cuenta con 40 habitaciones distribuidas en cinco plantas. El arquitecto Isak Gustaf Clason tuvo prácticamente vía libre por parte de los condes para crear la casa, que, tanto por fuera como por dentro, representa estilos históricos. La fachada, por ejemplo, está inspirada en edificios renacentistas españoles e italianos, y la decoración ecléctica es una mezcla de los siglos XVI y XVII. A pesar de su aspecto antiguo, la casa era moderna para su época. Con características como calefacción central, aspirador central, ascensor eléctrico y cuarto de baño, el edificio era único en su género.

El catálogo
Wilhelmina Hallwyl se dedicó en cuerpo y alma a conservar y catalogar su hogar, con el fin de que, tras la muerte de la pareja, se abriera como museo. Se catalogó absolutamente todo, desde objetos valiosos de colección, como pinturas, muebles antiguos y porcelana, hasta objetos cotidianos más triviales, como papel higiénico, lápices y sillas de escritorio.

Coleccionistas excéntricos
A principios del siglo XX, la condesa Hallwyl era una de las mayores coleccionistas de arte y artesanía de Suecia. En aquella época, coleccionar era un hobby habitual, pero se veía de forma diferente según se tratara de hombres o mujeres. El coleccionismo masculino se consideraba un interés serio y sincero, mientras que el femenino se veía más como un consumo de lujo. Es comprensible que Wilhelmina debiera parecer algo excéntrica y transgresora en muchos sentidos. Como fundadora de su propio museo, pero también como gran coleccionista de objetos que se consideraban típicamente masculinos. Además de porcelana y arte, Wilhelmina también coleccionaba armaduras y armas antiguas. Y no era por casualidad, ya que en sus diarios ha compartido, entre otras cosas, sus pensamientos y opiniones sobre los derechos de las mujeres, y queda claro que Wilhelmina rompe conscientemente con las expectativas.

Visita el museo
El museo, situado en Hamngatan 4, en Estocolmo, merece una visita. En parte para contemplar la impresionante colección y el catálogo, que consta de 78 volúmenes y un total de entre 50 000 y 60 000 objetos, pero quizás sobre todo para hacerse una idea de cómo era la vida a principios de siglo en la clase alta de Estocolmo. Y, por supuesto, para disfrutar del suntuoso palacio y su decoración.
