¿Sabías que la tradición de rimar en Navidad proviene de una costumbre rural del siglo XVII? En aquella época, la Nochebuena se dedicaba a merodear por las casas, llamar a puertas seleccionadas y lanzar rápidamente un leño cuando se abría la puerta. En el leño se había pegado una rima burlona y a menudo maliciosa sobre la persona que recibiría el llamado «regalo de la vergüenza».
La broma terminaba con una rápida huida del lugar para no ser descubiertos. Si te pillaban, podías ser castigado con «tantos tragos como patas tiene un cerdo», lo que podía suponer una cantidad considerable.
¡Feliz Navidad!