El cobre no solo contribuye a crear una impresión visual cálida en la habitación, sino que también conduce el calor de manera eficaz. Probablemente, esta sea una de las razones por las que ha sido un material habitual en las bañeras durante mucho tiempo. El metal se calienta rápidamente con el agua caliente, incluso la parte que queda por encima del nivel del agua. Por lo tanto, en una bañera de cobre nunca tendrás que apoyar la espalda contra una superficie fría. Además de en bañeras, el cobre también se utiliza en bonitos detalles decorativos, como cestas para leña, jarras de agua y lámparas de queroseno.
Tratamiento
El cobre sin tratar en ambientes húmedos se oxida, se oscurece y, con el tiempo, envejece de forma característica. Si se desea que la bañera de cobre sin tratar conserve su superficie brillante, es necesario pulirla de vez en cuando con un producto específico para cobre o con ácido cítrico.
Historia
No en vano, la mina de cobre de Falun fue conocida en su día como el tesoro de Suecia. Durante la época de la gran potencia sueca, dos tercios del consumo total de cobre de Europa procedían de Falun y la mina era la fuente de ingresos más importante de Suecia. A mediados del siglo XVII, la mina era una de las más grandes de Europa y las láminas de cobre de Falun cubrían los tejados de castillos, catedrales e iglesias de todo el mundo. El metal también era muy común en monedas y utensilios domésticos.
Para aquellos que no se cansan de este metal rojo brillante con su larga historia, hemos reunido aquí una selección de hermosos productos fabricados total o parcialmente en cobre, véase en Productos relacionados.